Contamos con una planta propia de rectificación de motores y tapas de cilindros. Esto lo favorece ampliamente a la hora de presupuestar el trabajo ya que no tercerizamos el mismo. Sin demoras, sin sorpresas, tenemos la capacidad de quitar su motor por completo y repararlo antes que cualquier otro.
El motor, con el paso del tiempo (del uso), se va desgastando. Específicamente las zonas donde hay fricción, además de muy altas temperaturas.
Con cierta frecuencia las piezas que conforman un motor se desgastan y deforman a causa del rozamiento que hay entre ellas y al calor al que están expuestas. Esto sin dudas repercute en el funcionamiento del motor, provocando fallas como pérdida de potencia, humo en el escape, etc.
Para restaurar las condiciones del motor se deben corregir estos desgastes y deformaciones mediante una técnica llamada rectificación.
La rectificación consiste en el mecanizado de las piezas, hasta igualar las superficies de contacto y darles un acabado que disminuya el rozamiento y favorezca la lubricación de las piezas involucradas. Esto significa que se trabaja sobre los componentes del motor a fin de devolverles su estado inicial.
Para operar sobre las distintas piezas, se utiliza maquinaria específica con cuchillas y muelas abrasivas para eliminar toda deformación o desgaste que presenten las partes.